¿Cómo afrontar el duelo por una mascota? Todo lo que debes saber

Vivir la pérdida de un animal de compañía puede convertirse en un auténtico desafío a nivel emocional. Aún hay quienes no terminan de comprenderlo, pero las mascotas son miembros muy queridos de las familias, y su partida, por esperada que pueda llegar a ser, siempre deja un vacío profundo, imposible de volver a llenar.
Independientemente de la especie, la edad o el carácter del animal, el duelo por una mascota es un proceso natural que requiere de tiempo, paciencia y comprensión. Tener claro cómo reconocer y aceptar este dolor es imprescindible para conseguir la sanación emocional. Descubre la mejor forma de sobrellevar la nostalgia y de aprender a aferrarte a los recuerdos felices compartidos con tu compañero.
¿Cuáles son las etapas del duelo por la pérdida de una mascota?
Si has llegado hasta aquí buscando cómo superar el duelo por una mascota, lo primero que tienes que saber es que, al igual que ocurre con cualquier otra pérdida importante, este proceso se divide a su vez en distintas fases, y que saber cómo encarar cada una de ellas te pondrá las cosas un poco más fáciles.
La negación
Esta es la reacción más común tras la pérdida de una mascota, pues se hace complicado aceptar la realidad de la ausencia del animal de compañía. La negación actúa, por así decirlo, como un mecanismo de autodefensa que busca amortiguar el impacto emocional.
La duración de esta fase varía en función de cada persona, pudiendo extenderse desde unos pocos días hasta varias semanas. En estos momentos, es importante que te permitas sentir y expresar tus emociones libremente, así como hablar sobre tu pérdida con amigos, familiares o incluso un profesional que te ayude a aceptar la nueva realidad a la que te enfrentas.
Recuerda: aprender a reconocer tus sentimientos y a no reprimirlos es fundamental para avanzar en tu proceso de duelo.
La culpa
Una vez superada la fase de negación, es muy común sentir ciertos sentimientos de culpa, cuestionarte si pudiste haber hecho más o si podías haber tomado otras decisiones más acertadas. Esta etapa puede ser más intensa si la muerte fue repentina o si implicó decisiones difíciles, como por ejemplo el sacrificio.
La duración de esta fase tampoco es la misma para todas las personas, y para superarla es aconsejable recordar los buenos momentos compartidos con tu mascota y poner en valor el hecho de que siempre actuaste con la mejor intención.
La tristeza
Esta tercera etapa, una de las más dolorosas, es inevitable para superar el duelo de una mascota. Es en ella cuando suele sentirse una profunda sensación de vacío y melancolía al recordar los momentos compartidos con el animal de compañía, y puede durar desde varias semanas hasta varios meses o incluso años.
Ante esto, es imprescindible que te permitas sentir esta tristeza sin reprimirla, pues expresar tus emociones abiertamente facilitará tu sanación interior. Llorar y sentir tristeza es una parte natural de todo proceso de duelo y es lo que acerca a la última fase, la aceptación.
La aceptación
La aceptación es la etapa final del duelo por la pérdida de una mascota, pues se trata del momento en el que al fin comienzas a asumir la realidad de la ausencia de tu compañero y a adaptarte a la vida sin él.
Una vez más, no todas las personas tardan lo mismo en alcanzar la última de las etapas del duelo por muerte de una mascota. Algunas necesitan unos meses, mientras que para otras puede tardar más de un año.
Ten claro desde el principio que aceptar no significa olvidar, tu mascota siempre ocupará un lugar especial en tu corazón, y que aprender a vivir con su recuerdo es parte de tu proceso de recuperación.
No te sientas mal por echar de menos a tu mascota, disfruta de cada recuerdo. Al fin y al cabo, lo vivido junto a ellas es el mejor aporte que pueden hacer a nuestras vidas.
¿Cuánto dura el duelo por una mascota?
La duración del duelo por la pérdida de una mascota es distinta para cada individuo, pues depende de diferentes aspectos. Esto hace que no exista una cantidad de tiempo estándar al que aferrarse, pero entender qué factores influyen en la gestión del duelo puede orientarte un poco.
- Si tenías un vínculo emocional profundo con ella, es posible que el duelo sea más intenso y prolongado.
- Las muertes repentinas o traumáticas suelen acarrear un duelo más prolongado que aquellas esperadas o que se producen tras una enfermedad prolongada.
- Contar con una red de apoyo sólida formada por familiares y amigos puede facilitar el proceso de duelo, mientras que la falta de comprensión en tu entorno puede dificultarlo.
- No es lo mismo perder a una mascota por primera vez que haber pasado ya por este proceso en otras ocasiones. El dolor es el mismo, o incluso peor, pero es probable que hayas aprendido a gestionarlo de otro modo.
- Además, el duelo por una mascota también dependerá de tu capacidad para gestionar el estrés y las emociones.
Es normal que el proceso de duelo por la pérdida de una mascota se extienda entre seis meses y un año, aunque muchas personas pueden necesitar algo más de tiempo para aprender a sobrellevar la pérdida. ¡Y no ocurre nada malo por ello!
Recomendaciones para superar el duelo por una mascota
Ya hemos visto que afrontar este duro trago puede no resultar una tarea sencilla, pero estos consejos te ayudarán a llevarlo de la mejor forma posible.
- Céntrate en aceptar tus sentimientos de tristeza, enfado o culpa y coméntalos con personas de confianza o plásmalos en un diario que te sirva como desahogo.
- Pon alguna fotografía de tu mascota en una zona importante de tu hogar y dedica un momento a pensar en ella siempre que lo necesites.
- Continúa con tus rutinas diarias, incluyendo detalles como salir a pasear por las mañanas antes de ir a trabajar, así tendrás algo de tiempo para pensar.
- Si sientes que el dolor te supera, o que se alarga demasiado en el tiempo, no dudes en buscar ayuda psicológica que te permita dejar atrás esta etapa oscura.
Cada persona vive el duelo por una mascota de una manera única, así que no te compares con nadie. Superarás su ausencia en el momento justo, ¡así que sé paciente y deja que el proceso de recuperación siga su curso natural!